¡QUÉ BUENA NOTICIA!...TRES PREGUNTAS CRUCIALES

Romanos 5:1-3, 8-11, responde tres preguntas muy importantes que nosotros podemos utilizar como marco para construir una fundación firme del evangelio, veamos la primera de ellas:

¿Salvados de qué

De la ira de Dios...

No hay evangelio (buena noticia) aparte de la ira de Dios y de su justo juicio en contra de los pecadores, es decir, nosotros, sus enemigos. (“Y ahora que hemos sido justificados por su sangre, ¡con cuánta más razón, por medio de él, seremos salvados del castigo de Dios! Porque si, cuando éramos enemigos de Dios, fuimos reconciliados con él mediante la muerte de su Hijo, ¡con cuánta más razón, habiendo sido reconciliados, seremos salvados por su vida!” vv. 9 y 10) Esta es una realidad incómoda, pero es muy necesario que la entendamos, pues ignorarla o restarle importancia no significa que ella se desvanece... la santidad de Dios es el estándar para poder estar frente a Él, ningún ser humano es perfecto, todo ser humano ha pecado en contra de Él.

Siguiendo con nuestro pasaje bíblico, responderemos a la segunda pregunta que es crucial con respecto al evangelio:

¿Salvados por quién

Por Jesucristo.

Los Cristianos somos salvados de la ira de Dios mediante la sangre de justicia de Jesús, el perfecto cordero sacrificial, sin mancha, que absorbió sobre si mismo la ira de Dios en nuestro nombre (“Pero Dios demuestra su amor por nosotros en esto: en que cuando todavía éramos pecadores, Cristo murió por nosotros.” v.8)

Sólo Jesús tenía el poder para salvar de la justa ira de Dios a pecadores desesperados y muertos en sus transgresiones, dándonos vida eterna y alcanzando de una vez por todas lo que nosotros nunca podríamos por nuestra cuenta.

Veamos una tercera pregunta crucial que este pasaje también nos responde:

¿Salvados cómo

Por gracia mediante la fe. 

Fe en Jesús y Su obra en la cruz...La verdadera fe equivale a decir “yo no traje nada a la mesa, vine con las manos vacías, pero Jesús se dio a sí mismo por mi” La fe es confiar en Jesús para rescatarnos del pecado porque nosotros somos incapaces de hacerlo por nuestra cuenta. La fe es también confiar en que Jesús lo hace independientemente de cualquier cosa que hayamos hecho, buena o mala. (“También por medio de él, y mediante la fe, tenemos acceso a esta gracia en la cual nos mantenemos firmes.“ v.2a)

Entonces, de acuerdo con La Escritura, fuimos salvados de la justa ira de Dios, por Jesucristo, por la gracia de Dios, mediante la fe en Cristo...


Jesús nos rescató,


Él ya lo hizo todo (de hecho, sus últimas palabras en la cruz fueron “consumado es” “todo se ha cumplido” ... la palabra original en griego es “Tetelestai”, equivalente a deuda ya cancelada, caso cerrado.)

A la cruz nosotros trajimos sólo el pecado.

Es vital creer esto para recibir el perdón por nuestros pecados.



¡Qué nuestra salvación de la justa ira de Dios 
es un hecho consumado por Jesús, 
es una excelente noticia!

Todo esto se resume en los siguientes dos versículos bíblicos, el primero, muy conocido, el segundo, no tanto...

“Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree no se pierda, sino que tenga vida eterna. Porque Dios no envió a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él.” 
Juan 3:16-17

En nuestras próximas entregas veremos una por una siete de las distorsiones más comunes que se presentan con respecto al evangelio... cuando olvidamos la esencia del evangelio y no aplicamos esa hermosa verdad a nuestras vidas personales en el aquí y el ahora, es muy fácil que nos dejemos llevar por las cambiantes ideas del mundo, así es que es muy importante que sepamos diferenciar los falsos evangelios tan pronto se cruzan en nuestros caminos…

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