POR FIN....ES RELIGIÓN O RELACION?
Mucho se ha argumentado en cuanto a lo que es más importante si tener una RELIGIÓN o una RELACIÓN con nuestro Creador. Esta discusión se ha convertido en algo interminable, y la verdad mantenernos en el tema lo que hace es desenfocarnos de lo que realmente importa: JESUCRISTO.
Tener fe en Jesucristo y ser parte de su cuerpo debe ser para nosotros algo más que una etiqueta. Debe representar un cambio y un estilo de vida que se refleje en nuestro día a día. No hablo de falsas poses, ni de andar tieso, hablar en voz baja, caminar cabizbajo, ni actos de caridad, ni descuidar la familia por meterse en un recinto 7 días a la semana etc… Me refiero a vivir realmente bajo los preceptos de nuestro Señor Jesucristo, me refiero a asumir posiciones y tomar decisiones que algunas veces serán difíciles y para quienes nos ven pudieran ser incomprensibles, me refiero a vivir agradecidos con ÉL y que nuestra vida irradie ese agradecimiento y se convierta en bendición para otros. Me refiero a que las personas se pregunten que tienes tú, busquen conocerlo y tengan el deseo de poseerlo. Me refiero a que este gozo nos lleve a compartir las Buenas Nuevas (El evangelio) con otros y le mostremos a nuestro Jesucristo.
Es relativamente sencillo convertirse en una persona religiosa, ser “miembro” de una iglesia, de un grupo eclesiástico; sentirse bien todos los domingos en el servicio pensando que estamos bien y que con este acto Dios estará contento con nosotros por el simple hecho de ir a calentar un asiento cada fin de semana o tal vez porque somos los primeros en participar en las actividades en nuestra iglesia y sentimos que somos santos porque hemos hecho “algo para Dios”.
Pero…, realmente
¿será eso lo que Dios pide de nosotros?
No nos confundamos, a Dios no le interesa cuantas veces vayamos a la iglesia (aunque es necesario y así lo estipula la Sagrada Escritura); no le interesa que tan religiosos seamos, lo que le interesa es cómo está nuestro corazón, cuáles son nuestras verdaderas motivaciones para hacerlo y si realmente estamos vinculados con ÉL.
Quizás estarás preguntándote,
¿Y cuál es la diferencia?
La respuesta es sencilla y a la vez compleja. No quiero decir con esto que ser religioso es malo, que cuando entramos en una iglesia, o hacemos una obra de caridad estamos siendo hipócritas, no nada más lejos de la verdad. Lo que quiero puntualizar es el por qué lo hacemos.
Si vamos porque es una costumbre; algo que se hace porque, tal vez, nuestros familiares lo hacían, los abuelos lo hacían entonces lo hacen los hijos y después lo harán los nietos, compromiso social, etc. Entonces tendremos que revisarnos y ver que estamos haciendo. Una persona con este tipo de motivaciones puede entrar mil veces a una iglesia y lamentablemente sale igual, sin ningún cambio en su vida.
Todo esto se resume en una simple frase:
“Si eres cristiano, entonces vive como tal”.
Cuando tú estableces un vínculo sincero con Dios, te sientes cambiado; Ya no ves al mundo de la misma manera. Ya no eres tú el que vives “más Cristo vive en ti” (Gálatas 2:20). Las cosas viejas han pasado y “he aquí todas son hechas nuevas” (2 Corintios 5:17). Cuando recibes a Cristo en tu corazón eres un hombre nuevo, una nueva criatura, buscas servir en el mundo por Cristo; tienes ansias de demostrarle a los demás que Cristo cambia y transforma a todo aquel que tiene un corazón dispuesto – nuestro Señor nos dice "He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré en él" (Apocalipsis 3:20)”.
Entonces toda tu vida gira alrededor de Dios y vives para Él; trabajas para Él. Ya ir a la iglesia no es un compromiso, es un gozo. Hablas con Él constantemente. Hablas de Él en la casa, en el templo, en tu trabajo o en la calle. Le hablas a tu familia, amigos o compañeros de trabajo en fin, no puedes contener lo que sientes. Cuando uno tiene una relación con Dios, Él es tu guía y compañero de vida. No haces nada que no esté en su voluntad; vives para agradarlo a Él.
El ser cristianos no tiene nada que ver con cuanto hacemos,
sino de cuanto Dios ha hecho por ti y por mí.
Y eso debe movernos a la acción y al agradecimiento.
El punto no es si es religión o relación, de hecho estuve revisando mucha literatura en relación a la definición de religión y me quede impresionado de la cantidad de estudios que hay sobre este tema, sobre la etimología de la palabra. Uno de los conceptos más expandidos en relación con esta palabra es el siguiente:
Religión viene del término “re-ligare”. “Re” indica intensidad y “ligare” indica ligar, amarrar, vincular. Así que la palabra “religión” hace referencia a vincularnos de nuevo a nuestro creador.
La Palabra de Dios, como nuestra única fuente de verdad y para mí la única respuesta válida, es muy clara:
“Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren”.
Juan 4:24
En lugar de enfocarnos en discusiones bizantinas e interminables:- Religión Vs Relación - que nos distraen de lo que es trascendental: Jesucristo, enfoquémonos en lo que realmente importa y es que lo adoremos solo a ÉL en espíritu y en verdad.
Que nuestras motivaciones cuando estemos en Su presencia sean las correctas, que entendamos quien es ÉL y quienes somos nosotros, que podamos valorar y atesorar el regalo que nos dio en esa Cruz del Calvario, que busquemos conocerlo a través de Su Palabra, que lo que hagamos sea por agradecimiento a Su OBRA en la Cruz y no para satisfacer nuestro ego con nuestras obras o busquemos cumplir con una lista de chequeo en nuestras vidas para alcanzar el cielo. Que solo ÉL está sentado en su trono y que tenemos un Dios vivo!
Busquemos tener un corazón unido a Cristo y dejemos que Él tome control de todos los aspectos de nuestras vidas. Les aseguro que veremos el impacto en nuestros hijos y nuestras futuras generaciones.
Comentarios
Publicar un comentario
Gracias por participar en esta pagina.