ACOPLANDO LOS PLANOS

Leí por allí que: "No construimos o renovamos correctamente una estructura sin planos. O si lo hacemos, cómo quedaría ese edificio?." 

La realidad es que en la estructura del hogar, muchas parejas no han comparado sus planos para el matrimonio. Así como los obreros de construcción, cada esposo y cada esposa tiene un set de planos. La tragedia es que existen muchas relaciones en donde los planos de él y los de ella no se parecen en nada – sus expectativas y propósitos difieren por completo. Si piensas que esto pueda estar sucediendo en tu matrimonio, ¿cómo podrías ponerte de acuerdo con tu pareja y edificar tu “Hogar” con planos idénticos? La única respuesta es ponerse en contacto con el Arquitecto, el Diseñador original, el único que ha grabado sus planos para el matrimonio en las Escrituras.

Busquemos entender los planos de Dios y Sus propósitos para nuestro matrimonio. Esto nos dará un sentido de orientación, estabilidad y el sello del diseño de Dios.

Estos planos buscan tres objetivos:

REFLEJAR LA IMAGEN DE DIOS. (Génesis 1:26-27)

El primer propósito de Dios de crear hombre y mujer y unirlos en matrimonio fue para reflejar Su imagen. Preste mucha atención a esas palabras: "a SU semejanza". El matrimonio cristiano debe reflejar la imagen de Dios a este mundo que tanto necesita ver quién es Él.

COMPLETARSE EL UNO AL OTRO. (Génesis 2:18)

El apóstol Pablo se refiere a Génesis 2, “Pero en el Señor, ni el varón es sin la mujer, ni la mujer sin el varón; ” (1Corintios 11:11)

Una pareja cristiana debiera ser como la computadora y el programa. Por si solos la computadora y el programa son impresionantes, pero combinados como equipo, ¡pueden lograr mucho más! Y eso es lo que exactamente Dios tuvo en mente cuando realizó la primera boda con el novio y la novia originales llamados Adán y Eva.

MULTIPLICAR UN LEGADO DE DIOS.

Nuestros hijos llevarán un reflejo del carácter de Dios a la siguiente generación. Para algunos los planes de tener hijos puedan que estén todavía para un futuro, pero si Él les da un hijo, tendrán una maravillosa aventura. Los planes de Dios llaman a que los hogares sean un huerto, un lugar acogedor en donde los hijos crezcan aprendiendo principios morales, valores humanos e integridad y sobre todo la importancia de dejar un legado espiritual de vidas cambiadas. Nuestra responsabilidad como pareja es hacer que nuestro hogar sea un lugar en donde nuestros hijos aprendan a amar y obedecer a Dios.

El matrimonio es mucho más importante de lo que podamos imaginar y una de las decisiones con mayor trascendencia e impacto que se toman en la vida. De allí que es esencial que, por un lado, aquellos que estamos casados busquemos al arquitecto original -Jesucristo- como el edificador de nuestros hogares, y por otro lado, que los que no lo están, busquen la sabiduría y guía del Señor a través de Su Palabra para escoger su esposa(o), su ayuda idónea, con el objetivo de que juntos puedan acoplar sus planos para que se cumpla el propósito de Dios en sus vidas.