EL MATRIMONIO ES ACERCA DE AMBOS

En anteriores entregas hemos descrito el rol del hombre del Reino en la matemática del matrimonio cristiano.
En resumen, tu esposa necesita saber que puede confiar en ti. Que estás dispuesto a tomar las decisiones más difíciles para el bien de la familia. Que tomarás un rol activo para mantener una relación romántica y a la vez serás un padre ejemplar para tus hijos. En el diseño de Dios para el pacto matrimonial, un esposo es la fuerza que le da estabilidad a su esposa y le permite crecer y florecer. Hasta ahora hemos hablado mucho de nuestra responsabilidad en ser líderes y autoridad en nuestro hogar, y todo eso es verdad. Sin embargo ninguna de esas verdades debe llevarnos a creer que el trabajo de nuestras esposas es esperar por nosotros. De hecho nada más lejos de la verdad. Leamos nuevamente Efesios 5:22-32 y veamos:

Efesios 5:22-32 - “Ustedes, las casadas, honren a sus propios esposos, como honran al Señor; porque el esposo es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia, la cual es su cuerpo, y él es su Salvador. Así como la iglesia honra a Cristo, así también las casadas deben honrar a sus esposos en todo. Esposos, amen a sus esposas, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella, para santificarla. Él la purificó en el lavamiento del agua por la palabra, a fin de presentársela a sí mismo como una iglesia gloriosa, santa e intachable, sin mancha ni arruga ni nada semejante. Así también los esposos deben amar a sus esposas como a su propio cuerpo. El que ama a su esposa, se ama a sí mismo. Nadie ha odiado jamás a su propio cuerpo, sino que lo sustenta y lo cuida, como lo hace Cristo con la iglesia, porque somos miembros de su cuerpo, de su carne y de sus huesos. Por eso el hombre dejará a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán un solo ser. Grande es este misterio; pero yo digo esto respecto de Cristo y de la iglesia.”

Es difícil imaginar un llamado más grande para los esposos que el descrito aquí por el apóstol Pablo. ¡Un Hombre del Reino ama a su esposa como Cristo amo la iglesia!

Y …¿Cómo amó Cristo a la iglesia? ... La amó hasta dar su vida por ella.
  • ¿Cuantos matrimonios cambiarían si los hombres comenzaran a amar sacrificialmente a sus esposas?
  • ¿Qué pasaría si comenzáramos a sacrificar tiempo que usamos viendo TV, o en la computadora y lo tomáramos para salir a caminar con nuestras esposas?
  • ¿Qué pasaría si reemplazáramos en las tardes a nuestras esposas en sus tareas y le permitiéramos tener algún tiempo libre de las actividades de los niños? O simplemente si colaboráramos con ella en los quehaceres del hogar cuando llega exhausta del trabajo?
  • ¿Qué pasaría si comenzáramos a sacrificar simples cosas, como la selección de una película o el tipo de cena, solo porque amamos a nuestras esposas? … Las lista pudiera seguir… y les aseguro habrían grandes cambios en nuestra relación.
  • ¿Qué pequeña cosa pudieras sacrificar el día de hoy para demostrar que amas a tu esposa?
Quizás algunos estén pensando, o argumentado: “Pero yo soy un hombre. No soy un alfeñique o un hombre débil y fácil de manipular. Yo estoy a cargo de mi casa. Si hago lo que me dices ¡mi esposa va a barrer el piso conmigo!” 

Si es lo que realmente piensas, te contestaría con una pregunta: ¿Piensas que la muerte de Jesús en la cruz fue una muestra de debilidad? Yo no creo. Si ha habido un verdadero hombre en la tierra, su nombre es Jesús. Fue precisamente debido a su inmensa hombría, fortaleza y poder que silenciosamente se sometió al pago de una pena -que no le correspondía a Él , sino a ti y a mí- en la cruz.

Pablo dijo, "un hombre no solo debe amar sacrificialmente a su esposa, sino también debe ayudarla a crecer espiritualmente". Lamentablemente en nuestra época los roles están invertidos, son ellas quienes llevan el liderazgo espiritual en la mayoría de los hogares. Algo importante a considerar es que para que podamos tomar un rol activo en el crecimiento espiritual de nuestra esposa, debemos estudiarlas, ¡así es! Debemos conocer realmente a nuestras esposas. Si las conocemos, sabremos como orar por ellas. Aprenderemos sus necesidades específicas, sus sueños, temores, inseguridades, angustias. Podremos equiparnos correctamente para amarlas, como un Hombre del Reino lo debe hacer (Efesios 5:25)

Lo que seas capaz de hacer para ti, debes ser capaz de hacerlo por tu esposa. Debes tratarla con el mismo cuidado que tratas tu cuerpo. Siempre piensa en término de dos, nunca en término de uno. Si amas a tu esposa de esta manera, ella no tendrá problema en aceptar sus responsabilidades dentro del matrimonio y someterse a tu liderazgo bajo la guía de Jesucristo.

Tu matrimonio no es acerca de ti, ni acerca de ella. Es acerca de ambos y más importante aún es un reflejo del evangelio de Dios. (Efesios 5:32) – Cuando amas a tu esposa de esta manera y ella está dispuesta a someterse a tu liderazgo, tu matrimonio se convierte en una ilustración viviente del evangelio.

Pidamos al Señor que guíe nuestros pasos diariamente 
a fin de que sepamos 
como amar nuestras esposas sacrificialmente. 

Oremos para que Dios convierta nuestro matrimonio 
en una representación de Su Evangelio.

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