NI PRESUMAMOS NI NOS IMAGINEMOS NADA!
En nuestro matrimonio, ¡ni presumamos ni nos imaginemos nada!
En la actualidad desafortunadamente muchas parejas tienden a asumir en su matrimonio. Esta es una práctica que puede generar problemas. No presumas, ¡asegúrate, con una actitud correcta!
Muchas veces tomamos posiciones y actitudes hacia nuestros conyuges basándonos simplemente en alguna señal que quizás interpretamos incorrectamente. Esa mala interpretación puede producir un malestar en nosotros mismos, que a su vez transmitimos a nuestra pareja. Entonces rápidamente podemos pasar de estar bien, a estar enojados ¡y sin saber realmente por qué!
Esto lo vivimos a diario, y lo peligroso es que si el matrimonio está en dificultades, se puede provocar un problema aun mayor y podrían terminar en una discusión agresiva que dañará aún más la relación.
(En esto mediten) … Filipenses 4:8 - Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo digno, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo honorable, si hay alguna virtud o algo que merece elogio, en esto mediten.
Este versículo nos enseña que, si vamos a asumir, hagámonoslo para bien y no para mal. En cada circunstancia con tu cónyuge, no asumas que tu cónyuge te está mintiendo, no asumas que tu cónyuge te quiere hacer daño, no asumas que tu cónyuge se está aprovechando de ti, no asumas que tu cónyuge no te ama o no quiere estar contigo. Piensa más bien en todas las cosas buenas de tu cónyuge; sus buenas acciones, sus demostraciones de cariño y amor, aunque hayan sido pocas. Piensa en los dones y talentos de tu cónyuge, en vez de en sus defectos. Y si tienes dudas, no asumas lo malo.
Busca un momento oportuno, cuando los dos estén calmados y solos y ábrele tu corazón. Exprésale lo que sientes, sin reclamar ni asumir, ni juzgar. Simplemente déjale saber cómo te sientes con respecto a alguna situación que ha pasado. Esta conversación debe tener el propósito de fortalecer la relación, no de dañarla. Esta actitud debe convertirse en un hábito de vida en nuestro matrimonio.
Colosenses 3:12 - Entonces, ustedes como escogidos de Dios, santos y amados, revístanse de tierna compasión, bondad, humildad, mansedumbre y paciencia (tolerancia);
Armémonos de humildad, de mansedumbre, de paciencia, para no presionar ni exasperar, sino para que nuestras parejas puedan percibir una actitud en nosotros que les permita abrir también sus corazones, reconocer sus errores y pedir perdón para restaurar la relación. Cualquiera de nosotros que es confrontado con una actitud de bondad, de humildad, de mansedumbre y de paciencia, de seguro reaccionará positivamente; y esa es precisamente la idea. Que podamos sentir la confianza de decir la verdad de lo que sentimos, sin correr el riesgo de ser juzgados, acusados y heridos.
Si hemos sido muy críticos con nuestro conyuge, si asumimos cosas negativas, o si hemos pensado negativamente, reconozcámoslo delante de Dios primero y luego reconozcámoslo delante de ellos y pidámosle perdón específicamente por esa actitud. Pongamos en práctica el mandamiento de Colosenses 3:12, seamos humildes y hablemos con ellos de este tema, con esa actitud de bondad, de mansedumbre y paciencia.
Una invitación:
Para los casados, nuestro matrimonio y nuestra familia es el tesoro más valioso que Dios nos ha dado.¡CUÍDEMOSLO!
Para los solteros, es sumamente importante que sepan que el matrimonio es algo serio, de allí que es vital que se tomen el tiempo para ESCOGER Y CONOCER el hombre o la mujer con quien quieren pasar el resto de sus vidas y quien será el padre o la madre de sus hijos.
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