RHR 7 - PROMETO ORAR POR LOS DEMAS





"La oración es la manera humana de entrar en el reino sobrenatural para hacer que el cielo visite la tierra" Dr. Tony Evans.

No olvidemos que la oración es simplemente entrar en la presencia de Dios, en el nombre de Jesús, y hablar con nuestro corazón abierto y en actitud de reverencia a Dios. Aprendemos a orar orando. Cuando oremos abramos nuestro corazón ante Dios. Seamos honestos y abiertos, puesto que Él ya nos conoce mejor de lo que nos conocemos nosotros mismos. Expresemos nuestro amor, gratitud, y adoración a Dios en oración, sin preocuparnos por tener las palabras correctas para expresarlo. Dios está más interesado en el contenido de nuestros corazones, que en la calidad y cantidad de nuestras palabras.

Como ya les he dicho estamos en guerra. Estamos es un conflicto espiritual por nuestros seres queridos y personas en nuestra área de influencia. Otros se han alineado para hacernos frente y evitar que el Reino de Dios se expanda. No obstante hemos sido dotados de todo lo necesario para alcanzar el cielo y hacer bajar la victoria en la tierra. ¡Nuestras batallas las peleamos de rodillas solo ante Dios!

La oración es el arma principal de un hombre del Reino y debe ser ofrecida a Dios: persistentemente (Lucas 18:1), con acción de gracias (Filipenses 4:6), con fe (Santiago 1:6), dentro de la voluntad de Dios (Mateo 6:10), para la gloria de Dios (Juan 14:13-14), y con un corazón recto delante de Dios (Santiago 5:16).

Finalmente tengamos presente que la mejor manera de enseñar a nuestra familia sobre la importancia de orar, es con el ejemplo. Tal y como nos enseñó nuestro Señor Jesucristo.
“ Cuando oren, no sean como los hipócritas, porque a ellos les encanta orar de pie en las sinagogas y en las esquinas de las plazas para que la gente los vea. Les aseguro que ya han obtenido toda su recompensa. Pero tú, cuando te pongas a orar, entra en tu cuarto, cierra la puerta y ora a tu Padre, que está en lo secreto. Así tu Padre, que ve lo que se hace en secreto, te recompensará. Y al orar, no hablen sólo por hablar como hacen los gentiles, porque ellos se imaginan que serán escuchados por sus muchas palabras. No sean como ellos, porque su Padre sabe lo que ustedes necesitan antes de que se lo pidan.” (Mateo 6:5-8)

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