ALINEAMIENTO Y COBERTURA DIVINA (II)


Al entender la relación de Cristo con respecto al Padre y lo que significa ser líder en nuestro hogar, como vimos en nuestra entrega pasada, podemos comprender claramente nuestra función y rol en el seno familiar. Recordemos que ser líder es mucho más que la simple determinación de autoridad o posición jerárquica. Ser líder incluye: Cobertura, Provisión, Protección, Orientación y Responsabilidad. En 1era de Corintios 11:3, leemos la frase -en ocasiones polémica-  " El hombre es cabeza de la mujer".


"Ahora bien, quiero que entiendan que

Cristo es cabeza de todo hombre,
mientras que
el hombre es cabeza de la mujer
y
Dios es cabeza de Cristo"

1 Corintios 11:3

Aquellos que aún están solteros: es importante que tomen nota, así cuando se casen comprenderán bien de qué se trata. Es importante denotar que La Escritura claramente afirma que el hombre es cabeza de una mujer, no de todas las mujeres. Esto no es un cheque en blanco de dominación y autoridad absoluta masculina. Tenemos autoridad, siempre y cuando, estemos alineados con Cristo y seamos coherentes con la Palabra de Dios. La autoridad del hombre, como veremos, debe estar directamente bajo la autoridad de Jesucristo para que sea legítima.

Mencionaré algo que quizás muchos ya conocerán, y es que las mujeres están hechas para responder. Cada mujer lleva dentro de sí un mecanismo receptivo que les permite, de manera única en su destino divino, completar al hombre y ser completada por un hombre. En otras palabras las mujeres pueden recibir y responder negativamente en la misma medida que reciben y responden positivamente. La mujer es un espejo que refleja el impacto que nosotros, u otros hombres, han tenido en ella. Si queremos tener una esposa con un espíritu de verano, entonces ¡no llevemos a casa un clima de invierno! Las mujeres fueron creadas para recibir y responder; por lo tanto, nosotros, los hombres, somos en gran parte los reguladores de la temperatura de nuestro hogar.

Evidentemente existen otros factores que pueden influir en el clima de nuestro hogar, pero lo que quiero resaltar aquí es que, como hombres, muchas veces no reconocemos ni aprovechamos el poder de nuestra influencia en nuestro hogar, para nuestro bien y el de nuestros seres amados.

Aquí quiero hacerles un llamado: una vez que hemos entendido la perspectiva divina de nuestra hombría y queremos incorporarla a nuestra vida debemos ser pacientes. Dependiendo de cuánto tiempo la hombría bíblica haya estado fuera de nuestro hogar, ese podría ser el tiempo que tome nuestra esposa para estar segura de que nuestro cambio es genuino. Ella querrá saber que usted realmente es un hombre del reino y Cristo es su cabeza para poder, voluntariamente, ponerse bajo su autoridad funcional como hombre.

Este concepto está totalmente relacionado con la Cobertura:
  • Cuando ella sepa que usted está cubierto por Cristo, responderá a su cobertura sobre ella.
  • Cuando vea que sus acciones respaldan sus palabras y estas están alineadas con Dios, ella lo seguirá.
  • Cuando lidericemos con compasión, coherencia y sabiduría.
  • Cuando las involucremos en todas las decisiones importantes.
  • Cuando valoremos sus aportes y sus deseos...Descubriremos que nuestra relación con ella alcanzará un nivel que nunca soñamos posible.
Para que realmente seamos "la cabeza de la mujer" 
debemos tomar seriamente la responsabilidad de velar por su bienestar.

Debemos cubrirla de manera tal que se sientan libres para responder bien

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