LÍDERES ESPIRITUALES DEL HOGAR

Tomando como referencia los primeros patriarcas (Abraham, Isaac, Jacob.), vemos que en tiempos del viejo testamento, el padre cumplía un rol esencial en la familia.

Además de ser el responsable de proteger a la familia y de proveer y administrar sus bienes materiales, su principal rol era el de ser el líder espiritual del hogar. Era el hombre quien enseñaba la Palabra de Dios en la familia. La ley que Moisés recibió de parte de Dios en el Sinaí requería de los padres un genuino compromiso con Dios, quienes debían enseñar a sus hijos en el conocimiento de Dios y sus leyes:

“Escucha, oh Israel, el Señor es nuestro Dios, el Señor uno es. Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu fuerza. Estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón. Las enseñarás diligentemente a tus hijos, y hablarás de ellas cuando te sientes en tu casa y cuando andes por el camino, cuando te acuestes y cuando te levantes. Las atarás como una señal a tu mano, y serán por insignias entre tus ojos. Las escribirás en los postes de tu casa y en tus puertas”. - Deuteronomio 6:4-9

Este compromiso está vigente y es aún más necesario en nuestros días. Como líderes espirituales del hogar debemos asumir este rol para cubrir y satisfacer las necesidades de cada integrante de nuestra familia. Y para ello debemos comenzar por conocer y acercarnos más a Dios, de esta manera podremos tener una visión clara de Su Voluntad en nuestras vidas y las de nuestros seres queridos. Es decir, si realmente vamos a asumir el liderazgo espiritual de nuestro hogar, lo primero que debemos hacer es conocer hacia dónde vamos a guiarlos y para ello debemos realmente conocer a Dios. Si no es así, ¿cómo podremos llevar nuestra familia a conocer a Dios?.

Desafortunadamente hemos delegado esta responsabilidad en nuestras esposas. ¡Esta es una realidad en la mayoría de los hogares! Y luego nos preguntamos, ¿Por qué nuestra familia, nuestra sociedad, nuestros países y el mundo están como están actualmente?. Les comparto algunas cifras que me impactaron y que dan solo una muestra del resultado de familias sin la figura del padre (por ausencia o pasividad) en los Estados Unidos: 63 % de jóvenes suicidas / 90 % de niños fugados del hogar / 85% de niños con desorden de conducta / 80 % violadores / 71 % de jóvenes con deserción escolar/ 75% de adolescentes drogadictos / 85 % de convictos…provienen de hogares sin padre... la lista continúa, sin embargo pienso que el mensaje está claro.

Dios nos pide que como responsables de nuestras familias seamos:

Líderes Espirituales.
Hombres que, bajo la guía de Dios, sepamos establecer la dirección y el rumbo con un amor genuino nacido de un corazón que de verdad conoce a Dios.

Verdaderos Protectores.
Hombres que resguarden a sus familias de influencias dañinas y sepan marcar pautas que eviten sufrimientos innecesarios en el futuro. ¿Han tenido situaciones en que sabían que algo iba mal en el hogar, pero no intervinieron para corregirlo por “evitar más problemas”, comodidad, temor, inexperiencia o insensibilidad?.

Verdaderos Proveedores.
Hombres responsables delante de Dios de sustentar, proveer y satisfacer todas las necesidades de la familia en general y de cada integrante en particular.

Pares, debemos entender que Dios nos ha escogido para una de las más difíciles posiciones de dirección en el mundo -La de dirigir nuestro hogar- ¡eso es vital!

Por lo tanto, ocupemos nuestro lugar en amor y dejemos que el Espíritu Santo comience a obrar poderosamente, y tengamos la certeza de que si nosotros ponemos de nuestra parte, EL no nos va a defraudar.

Pidamos al Señor que nos guíe en esta tarea, para que podamos levantar nuestros hogares cimentados sobre LA ROCA que es Cristo.

“Con sabiduría se edifica una casa, y con prudencia se afianza;”
Proverbios 24:3

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