Y COMO ESTA TU JARDÍN?
Apreciados,
Antes de hablar acerca del cuidado del jardín propiamente, demos un vistazo breve a la Creación y caída de la humanidad, a cómo llegamos a donde estamos actualmente.
En 5 días Dios creó una tierra espectacular con todo lo necesario para vivir a plenitud. En el 6to día Dios creó al hombre y a la mujer, miró todo lo que había hecho, y los bendijo con estas palabras:
"Sean fructíferos y multiplíquense; llenen la tierra y sométanla..."
Génesis 1:28
Dios puso al hombre y la mujer en el Edén, una tierra con todo lo necesario para su bienestar, pero lamentablemente, vino el engaño de Satanás y así la caída de la humanidad. Génesis 3. Detengámonos por un momento para ver algunos detalles sobre estos hechos:
"Y Dios creó al ser humano a su imagen; lo creó a imagen de Dios."
Génesis 1:27
Dios creo al hombre a su imagen y semejanza (cuerpo, alma y espíritu) le dio mandatos y tareas a cumplir. ¿Creados a su imagen y semejanza? Así es, por eso deberíamos ser el reflejo de Él en nuestras vidas, proyectando la naturaleza, propósito e intención de nuestro creador.
"Dios el Señor tomó al hombre y lo puso en el jardín del Edén para que lo cultivara y lo cuidara, y le dio este mandato: Puedes comer de todos los árboles del jardín, pero del árbol del conocimiento del bien y del mal no deberás comer..."
Génesis 2:15-17
¿Porque Dios colocó a Adán en el Edén?
Adán fue colocado para trabajarlo y protegerlo.
Esas dos tareas siguen vigentes en nuestros días. A pesar de que nos quejemos cada vez que suene la alarma en las mañanas, el hecho es que el trabajo proviene de Dios.
Para Adán, trabajar la tierra significaba hacerla producir, desarrollar su potencial. De la productividad de esta tierra, Adán tendría lo necesario para proveer a aquellos bajo su cuidado.
Para nosotros, hoy en día, trabajar la tierra representa proveer para nuestras familias o personas bajo nuestro cuidado, no solo en el aspecto económico, sino en el emocional y el espiritual, así como fomentar estabilidad familiar. Nuestro rol va más allá de ser simples proveedores, estamos llamados a facilitar las condiciones para que las personas bajo nuestra influencia alcancen todo aquello para lo cual Dios los creó.
Algunas preguntas para nuestra reflexión:
- ¿Cuál es tu jardín?- El área bajo tu protección y responsabilidad.
- ¿Qué estás haciendo para cultivarlo?
- ¿Qué estás haciendo para brindarle seguridad y paz?
Oremos por las tareas que Dios nos ha encomendado y las personas que Él nos ha dado bajo nuestro cuidado.
El que no provee para los suyos,
y sobre todo para los de su propia casa,
ha negado la fe y es peor que un incrédulo.
1 Timoteo 5:8
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