UNA PEQUEÑA REFLEXIÓN EN NUESTRO DÍA, PADRES

Este fin de semana estaremos celebrando el Día del Padre, una fecha emotiva, llena de recuerdos y sentimientos encontrados para algunos.

La Biblia nos presenta ejemplos de padres excepcionales, Abraham, Noé, Josué, Job, etc. Hoy quisiera enfocarme en el ejemplo de vida de un hombre llamado Jairo. En el descubrimos características paternales que estamos necesitando urgentemente hoy en día.

Leamos a Lucas y conozcamos un poco a Jairo:

"Cuando Jesús regresó, la multitud se alegró de verlo, pues todos estaban esperándolo. En esto llegó un hombre llamado Jairo, que era un jefe de la sinagoga. Arrojándose a los pies de Jesús, le suplicaba que fuera a su casa, porque su única hija, de unos doce años, se estaba muriendo. Jesús se puso en camino y las multitudes lo apretujaban.

Todavía estaba hablando Jesús, cuando alguien llegó de la casa de Jairo, jefe de la sinagoga, para decirle: —Tu hija ha muerto. No molestes más al Maestro. Al oír esto, Jesús le dijo a Jairo: —No tengas miedo; cree nada más, y ella será sanada. Cuando llegó a la casa de Jairo, no dejó que nadie entrara con él, excepto Pedro, Juan y Jacobo, y el padre y la madre de la niña. Todos estaban llorando, muy afligidos por ella. —Dejen de llorar —les dijo Jesús—. No está muerta sino dormida. Entonces ellos empezaron a burlarse de él porque sabían que estaba muerta. Pero él la tomó de la mano y le dijo: —¡Niña, levántate! Recobró la vida y al instante se levantó. Jesús mandó darle de comer. (Lucas 8:40-42, 49-55)

Como vimos, Jairo tenía un cargo importante, "era un jefe de la sinagoga". Una posición de mucho prestigio social y religioso. En esta situación, lo encontramos buscando al Señor Jesús no por un problema de su trabajo, sino por una necesidad familiar: su única hija estaba enferma y en ese momento era su prioridad. Desafortunadamente, hoy en día muchos padres no están conscientes de las enfermedades sociales, espirituales y emocionales de sus hijos, están tan ofuscados y enfocados en otras cosas "más importantes", que han perdido la conciencia de familia.

¡JAIRO ERA UN PADRE CON CONCIENCIA DE FAMILIA!

Otro aspecto que llama la atención, es que siendo un hombre de influencia, con muchos amigos y la facilidad que le permitía su posición para resolver su problema de familia, Jairo:

- Fue a la fuente correcta. Fue directo ante el que todo lo puede, ¡Jesucristo!

- Supo ir de la manera correcta: Se postró de rodillas.

- Pidió de la manera correcta: Le rogó…

JAIRO SABÍA A DONDE IR EN LAS CRISIS DE SU FAMILIA.

Finalmente, Jairo no solo se contentó con encontrar a Jesús, ¡sino que lo llevó a su casa!. Hermanos, sabemos por experiencia que llevar a Jesús a casa presenta desafíos:

La multitud - la sociedad, con su "modernidad" es un obstáculo que así como Jairo, muchos tendremos que enfrentar y hacer como hizo el, mantenernos cerca de Jesús y creer en Su Palabra.

La propia familia. - Uno de la misma familia, le dice “No molestes mas al maestro”

Los mismos problemas que parecen ya no tener solución. Las palabras más duras que Jairo oyó fueron, “Tu hija ha muerto”

Pero a pesar de todos los obstáculos y opositores, contra todo, Jairo llevó a Jesús a su casa. El superó todo, y cumplió su rol y responsabilidad como padre, lo demás quedaba en las manos de Jesús.

JAIRO LLEVÓ A JESÚS A SU CASA.
Llevó vida, ¡y vida en abundancia!

Quienes somos padres, aquellos que lo serán en el futuro o quienes son figuras a seguir en el seno familiar: les exhorto a llevar el regalo mas grande que Dios nos ha dado al seno de nuestros hogares.

Llevemos a nuestros hijos vida ¡y vida en abundancia!


Démosles el regalo de recibir a Jesucristo en sus corazones, conocerlo, hacerlo parte de sus vidas y darles la oportunidad de que caminen en SUS PASOS.

¡FELIZ DÍA DEL PADRE!

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