UNA VIDA TRASCENDENTE

Vivimos en un mundo donde lo banal tiene más relevancia que lo trascendente.

Lamentablemente, muchas personas eligen una existencia sin significado perdurable. Dedicarse a ganar tanto dinero como les sea posible, estar a la moda, tener una buena casa y un buen carro para la envidia de otros, complacerse a sí mismas y finalmente jubilarse para disfrutar de la buena vida... La realidad es que vivir de verdad implica mucho más que eso, vivir plenamente es darnos sin reservas a Dios para que Él pueda usarnos como mejor le parezca.
Me imagino que muchos conocen esta expresión: “Goza la vida porque la vida es muy corta...”

¡Dios quiere que vivamos a plenitud! Si, así es, pero una vida con significado, una existencia que trascienda más allá de este mundo, no solo para nosotros sino para aquellos que Dios ha dispuesto en nuestras vidas. Una vida donde sembremos para cosechar en la eternidad. Donde nuestras semillas broten, crezcan y generen frutos que perduren, alimenten al necesitado y les permita crear su propio huerto en la eternidad ¡para Gloria de Dios! - Los cristianos que dejan una huella duradera, tienen pasión por servir al Señor. Buscan maneras de expresar su amor y su devoción a Dios.

Hace unos cuantos años, estando en el proceso de acercarnos realmente a Dios, una amiga de mi esposa le habló de Cristo y le dijo: "Yo quiero que tu tengas lo que yo tengo". En aquel momento no lo entendimos, pero ahora lo vemos claro y es por ello que nuestro ferviente deseo es que todos aquellos que Dios ponga en nuestro camino -amigos, conocidos, familia- puedan de igual manera "Tener lo que nosotros tenemos" ¡en el Señor!

"Eso" que tenemos no se limita a una “religión”. Tampoco es un llamado a que te unas a nuestra iglesia. Es un cambio radical de vida, de prioridades. ¡Es tener una relación real y constante con Dios nuestro Señor, a través de su Hijo, nuestro salvador, Jesucristo!

Como hijos de Dios, debemos procurar un entendimiento bíblico de nuestro rol como “siervos de Dios Todopoderoso”. Tal vez estés pensando: “Estoy muy ocupad@” o “lo que haga o deje de hacer con mi vida no tiene mucha importancia”. 
Déjame decirte:

si estás decidid@ a ser útil para el Reino, Dios te dará tareas de valor eterno.

Comparte tu fe con quienes sufren. Ya sea por medio de tu profesión u oficio, o entre tus vecinos, ponte a disposición de las personas que necesiten ayuda. Cuéntales a otros lo que el Señor está haciendo en tu vida.
Hemos sido llamados a servir a Dios en el lugar en el que estamos. A todos se nos ha dado el trabajo de evangelizar (Mateo 28:19), así como de ocuparnos de los necesitados (Isaías 1:17).

¡HAY MUCHO TRABAJO POR HACER!

¡Aprendan a hacer el bien!
¡Busquen la justicia y reprendan al opresor!
¡Aboguen por el huérfano y defiendan a la viuda!
Isaías 1:17

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