CUANDO DIOS PERMITE UNA PAUSA


“Tengan cuidado de no rechazar al que habla, ...” Hebreos 12:25



Es momento de estar atentos a lo que nuestro Señor nos quiere decir. (Hebreos 12:25-29)

A veces Dios pulsa la tecla de PAUSA... Evidentemente, permitiendo la pandemia del Covid-19, el Señor está interrumpiendo el curso de nuestras vidas y nos habla. No necesariamente ÉL ha creado esta situación, pero por seguro la ha permitido.

Lo importante es que, en medio de este caos e incertidumbre, pongamos nuestros ojos en Jesús y lo escuchemos.

Agradezcamos la oportunidad de crecer en medio de la tormenta, pues estoy seguro de que, si LE prestamos atención a Su enseñanza, saldremos de esta prueba victoriosos y fortalecidos.

Nuestra tendencia es acercarnos a ÉL solo cuando estamos en problemas y luego, cuando todo pasa, descartarlo para confinarlo en la periferia de nuestras vidas.

Somos parte del cuerpo de Cristo y como tal debemos actuar. ÉL nos llama a congregarnos un día a la semana para adorarlo todos juntos, pero si las circunstancias nos lo impiden, reunámonos en familia, oremos y busquemos Su guía.

Estemos atentos hacia dónde fijamos nuestra mirada en esos tiempos... estemos atentos a nuestros vecinos... estemos atentos a lo que Dios está haciendo y unámonos a Su obra, amando al prójimo, ayudando a los más vulnerables, compartiendo lo que tenemos, contribuyendo con nuestra parte en la reducción de la tasa de contagios para cuidar a los más vulnerables…

Finalmente, aseguremosnos de que la motivación de nuestro corazón sea agradar a Dios a través de nuestro servicio a otros, no actuando con egoísmo sino con compasión, modelando lo que ÉL mismo nos enseñó cuando lavó los pies a sus discípulos.

Recordemos que nuestro Señor Jesucristo está sentado en su trono y en control. Este es nuestro gozo en momentos de tribulaciones y nuestra esperanza eterna. Dios sigue en Su trono, ¡¡¡y de esta crisis puede surgir un gran reavivamiento!!!



No dejemos pasar esta oportunidad que nuestro Señor nos da.

Comentarios

  1. Amen, y El prometió que nunca nos abandonaría y siempre estaría con nosotros, por eso no debemos temer.

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