SEÑOR, QUE TU VOLUNTAD SEA LA MÍA


Cuando Jesús fue al Monte de los Olivos, ÉL abrió su corazón a Dios Padre. Jesús sabía la agonía y el dolor al cual estaba destinado, sin embargo, reconocía que la voluntad de Dios debía ser cumplida.(Lucas 22)

Nosotros, como nuestro Salvador, enfrentamos pruebas que nos invaden de temor y en ocasiones nos hacen temblar hasta lo más profundo de nuestras almas. Así como nuestro Redentor lo hizo, debemos también buscar cumplir la voluntad de Dios, no la nuestra.

Dios tiene un plan para nuestras vidas, pero ÉL no nos forzará a cumplirlo. Al contrario, ÉL solo mostrará Su Plan a aquellos que busquen Su voluntad, con un corazón sincero y humilde.

"Enséñame a hacer tu voluntad, porque tú eres mi Dios;
Tu buen espíritu me guíe a tierra de rectitud"
Salmos 143:10

Iniciemos cada día con un corazón dispuesto a conocer la Voluntad de Dios y obedecer Su Palabra.

Cuando confiamos nuestras vidas a ÉL completamente y sin ninguna reserva, ÉL nos da el coraje para afrontar cualquier reto, la fuerza para enfrentar cualquier prueba, y la sabiduría para vivir en Su justicia y Su Paz.

Señor, que Tu voluntad sea la mía.
Cuando este confundido, dame madurez y sabiduría.
Cuando esté preocupado, dame valor y fortaleza.
Padre, guíame para ser tu siervo fiel, 
siempre buscando, con un corazón humilde y sincero, 
Tu voluntad en mi vida.
En el nombre de tu hijo Jesucristo hago esta oración,
AMÉN

Comentarios