ESTÁ TAN CERCA COMO NUESTRO PRÓXIMO ALIENTO

Cuando nubes de tormenta se aglomeran sobre nuestras cabezas y nos encontramos en el fondo de un valle de desesperación, nuestra fe es estirada, algunas veces hasta el límite de la ruptura.

Quienes somos cristianos, tenemos todas las razones para ser valientes. Después de todo, la batalla final ya fue librada y ganada en la Cruz del Calvario. Sin embargo, aun los más fervientes seguidores de Cristo pueden encontrar su coraje puesto a prueba por inevitables decepciones y tragedias que ocurrirán tanto en las vidas de creyentes como en las de no creyentes.

Cuando nuestro coraje sea puesto a prueba hasta el límite de la resistencia, recordemos que:

Nuestro DIOS está tan cerca como nuestro próximo aliento
y que siempre ofrece salvación para SUS hijos.

Él es nuestro escudo y nuestra fortaleza;

Él es nuestro protector y liberador.

Imploremos a Él en nuestros momentos de necesidad y seamos confortados en sus brazos.

Cualquiera sea tu lucha, tu prueba, tu problema, tu dolor, tu miedo, angustia…

DIOS puede manejarlo…

¡Y LO HARÁ!

"Pon tu esperanza en el Señor;
ten valor, cobra ánimo;
¡pon tu esperanza en el Señor!"
Salmos 27:14

PADRE CELESTIAL,
Algunas veces me enfrento a tormentas que me sacuden y me dejan sin aliento.
Cuando esté temeroso, déjame reposar en TU regazo.
Recuérdame, que TÚ eres mi Dios, mi fortaleza y mi escudo.
Abrázame y susúrrame que contigo a mi lado, no tengo nada que temer, 
y que con tu hijo Jesucristo, como mi salvador,
he recibido el regalo de vida eterna.
Ayúdame a ser, este y cada día de mi vida, un siervo agradecido y valiente.
AMEN

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