EN TODO MOMENTO, EN CUALQUIER OCASIÓN…
Muchos hemos escuchado la expresión “La oración es poderosa”, y aun así, estando tan familiarizados con ella, en ocasiones olvidamos lo que realmente significa. La oración es una herramienta poderosa para comunicarnos con nuestro Creador, es una oportunidad de estar en comunión con ÉL. No debemos tomar la oración a la ligera o usarla solo “en casos de emergencia”
A menudo, en medio de la prisa de la vida cotidiana, podemos perder de vista la presencia de Dios en nuestras vidas. En lugar de recurrir a ÉL en busca de orientación y consuelo, dependemos de nuestros propios recursos. Esto es un gran error.
Orar no debe reservarse solo para las comidas o las horas de dormir, debe ser un enfoque siempre presente en nuestro día. Después de todo la oración no es otra cosa que estar en la presencia de Dios. No hay lugar, ni posturas prescritas para orar, lo que si es indispensable es que tengamos conciencia de que estamos la presencia del Altísimo… de allí fluyen alabanza, arrepentimiento, agradecimiento, deseos de agradarle y si, también nuestros pedidos.
En su primera carta a los Tesalonicenses, Pablo escribió:
Orar no debe reservarse solo para las comidas o las horas de dormir, debe ser un enfoque siempre presente en nuestro día. Después de todo la oración no es otra cosa que estar en la presencia de Dios. No hay lugar, ni posturas prescritas para orar, lo que si es indispensable es que tengamos conciencia de que estamos la presencia del Altísimo… de allí fluyen alabanza, arrepentimiento, agradecimiento, deseos de agradarle y si, también nuestros pedidos.
En su primera carta a los Tesalonicenses, Pablo escribió:
“Oren sin cesar. Den gracias a Dios en todo,
porque ésta es su voluntad para ustedes en Cristo Jesús.
1Tesalonicenses 5:17-18
Las palabras de Pablo se aplican a todo cristiano de toda generación.
Hoy, en lugar de angustiarnos y tratar de resolver las cosas en nuestra cabeza, entreguémoslas a Dios en oración.
En lugar de preocuparnos por nuestras decisiones, confiemos en Dios para que nos guie en el mejor camino, aquel que lo Honre y Glorifique y que siempre será el mejor para nuestras vidas.
Oremos en toda ocasión y en todo momento. Dios está escuchando y quiere escucharte. Ahora.
Señor, Tu Santa Palabra me dice que ore sin cesar.
Cuando este confundido, desanimado, me sienta solo, me invada el miedo, esté en duelo,
quiero llevar mis dudas, tristezas y lágrimas a Tus pies en oración.
Y cuando este maravillado por Tus bendiciones, déjame ofrecerte oraciones de agradecimiento.
En todo momento, en cualquier ocasión, para cosas pequeñas o grandes,
cuando este feliz o triste, buscaré TU sabiduría y TU gracia…
En oración.
AMÉN
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