ORANDO POR EL FUTURO DE NUESTRA VENEZUELA


Padre Santo y Señor Todopoderoso, se acerca un nuevo año para esta tierra que nos vio nacer. Desde la distancia, con el corazón oprimido y agobiados por la impotencia, recurrimos a Ti Señor. Buscamos palabras para interceder por nuestro pueblo y en medio de la angustia hacemos la misma petición que los Apóstoles le hicieron a Tu Hijo: “Señor, enséñanos a orar”

Jesucristo les respondió: “Ustedes deben orar así”:

“Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu nombre,” Señor, te ruego que ablandes corazones en mi pueblo para que TE reconozcan, TE busquen y TE sigan como su único Señor y Salvador. Que TE alaben con todo su corazón, y con toda su alma, y con toda su mente.

“Venga tu reino, hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo”, Padre Santo, que mi tierra sea suelo sagrado, porque TE paseas por ella, que se implante definitivamente TU soberanía y TU voluntad que es buena, agradable y perfecta. Que los deseos de los corazones de mi pueblo se alineen con los tuyos para Tu honra y Gloria. Que la verdad reine en nuestro país, que el vicio sea destruido y florezcan las virtudes.

“Danos hoy nuestro pan cotidiano”, te pido que cuides nuestro pueblo que ahora está sufriendo, muriendo de hambre y enfermedades. Vela, oh Padre, por todas nuestras familias, por tus niños venezolanos que están penando en nuestras calles. Pero aún más, ruego que nos des el hambre y la sed para buscarte todos los días y recibir el pan espiritual que alimenta nuestro espíritu a través de TU Palabra Señor.

“Perdónanos nuestras deudas, como también nosotros hemos perdonado a nuestros deudores”, Padre amado, que el odio, el rencor y la violencia se disipen en nuestros corazones y que la búsqueda de la paz entre hermanos prevalezca. Que en nuestros corazones resuenen las palabras de Jesús: 
“Pero yo les digo: Amen a sus enemigos y oren por quienes los persiguen, para que sean hijos de su Padre que está en el cielo. Él hace que salga el sol sobre malos y buenos, y que llueva sobre justos e injustos. Si ustedes aman solamente a quienes los aman, ¿qué recompensa recibirán? ¿Acaso no hacen eso hasta los recaudadores de impuestos? Y, si saludan a sus hermanos solamente, ¿qué de más hacen ustedes? ¿Acaso no hacen esto hasta los gentiles? Por tanto, sean perfectos, así como su Padre celestial es perfecto.
 ¡Padre ayudamos a que nuestro corazón sea como el tuyo!

“Y no nos dejes caer en tentación, sino líbranos del maligno”. Danos el discernimiento para seguir TU camino y voltearnos de las tentaciones del cuerpo, del mundo y del demonio. Que este pueblo sea liberado del mal y que se rompa cualquier atadura creada por el demonio.

Padre Amado, que TU luz resplandezca en mi Venezuela, que las sombras del mal tiemblen y se escondan ante TU presencia y que las nuevas generaciones, el futuro que está levantándose, TE reconozca, TE siga y TE glorifique para Tu Honra y Gloria Eterna, porque Tu vives y reinas desde siempre, por siempre y para siempre…

Es en nombre de tu Hijo amado Jesucristo que hago esta oración,

¡Amén!

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