EMANUEL – ¡DIOS CON NOSOTROS!
Los Posaderos, quienes estaba tan ocupados que renunciaron a la oportunidad de acoger al Mesías; Herodes, que se negó a ceder su lealtad al Rey de reyes, e incluso los líderes religiosos de la época, que estaban tan involucrados en el ritual religioso que eran ajenos al Dios al que decían servir.
Lamentablemente, hoy existen muchas personas que repiten esos mismos errores, los cuartos de sus vidas están ocupados con tantas cosas que no tienen espacio para acoger a Jesús, son tan orgullosos que se niegan a ceder el reinado de sus vidas al Rey de reyes, o son sencillamente tan ajenos e indiferentes a Cristo que se limitan a cumplir con los ritos, tradiciones y disfrutar las fiestas.
Desafortunadamente, por diferentes razones, todos terminan por perderse el verdadero significado de la Navidad y recibir el mas preciado regalo.
Emanuel – ¡Dios con nosotros!
No estoy diciendo que vayamos a casa a desarmar el árbol de Navidad, devolver los regalos y cancelar las fiestas. ¡Claro que este es un tiempo de celebración!, sin embargo, sería conveniente que detenernos del ajetreo de los arreglos, compras etc. y recordar el verdadero motivo para celebrar: Jesús.
Una vez que lo reconozcamos, recibámoslo en nuestro corazón, dejémosle ser el Rey de nuestras vidas, sigamos sus pasos y démosle gracias por el regalo de esperanza y salvación que nos ha dado.
¡Feliz Navidad!
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