ES HORA DE TOMAR ALGUNAS DECISIONES IMPORTANTES!
Hoy quisiera comentarles acerca de Josué.
Para aquellos que no lo conocen, Josué fue quien completó la tarea que Dios le había encomendado a Moisés: llevar a su pueblo a la tierra prometida. De el pudiéramos resaltar muchas cosas, pues fue un gran líder y estratega militar, pero lo más importante es que era un siervo de Dios. Josué, quien quedó como líder del pueblo de Israel a la muerte de Moisés, sabía quién era y cuáles eran sus responsabilidades frente a Dios.
Josué se plantó ante los hombres espiritualmente mediocres de Israel y declaró frente a ellos su incondicional compromiso ante Dios como el líder de su pueblo y familia:
"Pero si a ustedes les parece mal servir al Señor, elijan ustedes mismos a quiénes van a servir:
a los dioses que sirvieron sus antepasados al otro lado del río Éufrates,
o a los dioses de los amorreos, en cuya tierra ustedes ahora habitan.
Por mi parte, mi familia y yo serviremos al Señor".
Josué 24:15
Lo que muchos hombres a su alrededor decidieran lo tenía sin cuidado. Incluso antes de que ellos tomaran sus propias decisiones, Josué ya estaba resuelto. Y sus palabras resuenan aun en nuestros oídos...y nos confrontan:
¿De qué lado estás?
¡DECIDE HOY!
Basta de dar vueltas y seguir esperando. Deja ya de esquivar el compromiso. ¡Pon bien en claro dónde estás parado! ¿Qué estás esperando?."
¿Cuál sería tu respuesta ahora?...¿Te sumergirás en el plan de Dios o continuarás dando vueltas por la orilla? ¿Continuarás siguiendo las "modas" del mundo o tomarás la sabia decisión de comenzar a ocuparte de lo verdaderamente importante en la vida?
Estoy convencido de que hay muchos hombres cansados e insatisfechos de los patéticos "principios" y "valores" de la cultura actual. Deseando unir escudos para plantarse, decididos y firmes en Cristo, para proteger sus familias y seres queridos. Hombres que desean aprovechar al máximo el resto de sus días, y que comprenden que la eternidad es demasiado larga como para desperdiciar este breve tiempo aquí en la Tierra.
A lo largo de la historia, los hombres que vivieron vidas increíbles y dejaron grandes legados lo hicieron intencionalmente. Sabían, así como nosotros debemos saberlo, que los hombres no tropiezan casualmente con la integridad ni son fieles a Dios por accidente. La pasividad solo nos conduce a la inutilidad. Un hombre no puede permanecer pasivo frente a lo que la Escritura dice que debe hacer por su familia, su comunidad y en general el entorno donde tiene influencia y luego pretender que, al final del camino, Dios lo considere un siervo fiel. Debe ser capaz de ver con ojos espirituales y comprender que las generaciones futuras recibirán el impacto directo de sus decisiones cotidianas.
La Palabra de Dios nos está llamando a ponernos de pie para ser lo que Él quiere que seamos y cumplir su propósito para nosotros. Podemos continuar así y ser incapaces de aprender de los errores de los que nos precedieron, o marcar un nuevo sendero de fidelidad para nuestros hijos y para las múltiples generaciones que vendrán.
¡Es hora de tomar algunas decisiones importantes!
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