ASUMIENDO NUESTRO ROL
Como vimos en la pasada entrega: "¿Y CÓMO ESTA TU JARDÍN?", Dios le encomendó a Adán una simple tarea: Aquí tienes tu jardín - Cultívalo - Protégelo... Muy sencillo, ¿no? - Pero en Génesis 3 comenzó el desastre:
"La serpiente era el animal más astuto de todos los que Dios el Señor había creado. Así que le dijo a la mujer: “¿Así que Dios les ha dicho a ustedes que no coman de ningún árbol del huerto? La mujer le respondió a la serpiente: Podemos comer del fruto de los árboles del huerto, pero Dios nos dijo: “No coman del fruto del árbol que está en medio del huerto, ni lo toquen. De lo contrario, morirán.” Entonces la serpiente le dijo a la mujer: No morirán. Dios bien sabe que el día que ustedes coman de él, se les abrirán los ojos, y serán como Dios, conocedores del bien y del mal. La mujer vio que el árbol era bueno para comer, apetecible a los ojos, y codiciable para alcanzar la sabiduría. Tomó entonces uno de sus frutos, y lo comió; y le dio a su marido, que estaba con ella, y él también comió. Pero Dios el Señor llamó al hombre y le dijo: ¿Dónde andas? "
Génesis 3:1-6, 9
De aquí surgen una serie de interrogantes:
- ¿Quién fue tentado?
- ¿A quién Dios buscó en el Jardín?
- ¿Por qué Dios buscó a Adán?
Es verdad, Eva comió el fruto, pero Dios buscó al responsable: Adán.
Efectivamente él era responsable ya que Dios le encargó a él llevar su agenda. En vez de cultivar y proteger, Adán fue el primer hombre en mostrar un problema que aún nos afecta: EL SILENCIO.
Hasta ese momento Adán había hablado constantemente nombrando los animales, pero cuando la serpiente llegó, ¡Adán no dijo nada!
Muchos dirán "¡pero él no estaba con Eva!"- ¿Seguro? - Veamos en Génesis 3:6 " y le dio (del fruto) a su marido, que estaba con ella, y él también comió".
Eva no estuvo sola con la serpiente, Adán estuvo a su lado, en silencio, mientras la serpiente engañaba. Él se conformó con ser depuesto como líder y simplemente comió el fruto.
La enfermedad del silencio aun nos aflige:
- ¿Quién carga con la responsabilidad de la educación y disciplina de nuestros hijos? ¡Las mujeres! y en peores casos ¡se la endosamos a la escuela!
- ¿Quiénes se prestan como voluntarios en nuestras iglesias? - Las mujeres.
- ¿Quiénes toman las riendas en situaciones de inmoralidad en la familia? - Las mujeres.
No digo que es caso generalizado, pero la cantidad de hombres que al momento requerido prefieren "callarse y evitar" es inmenso - solo tenemos que ver a nuestro alrededor para ver los resultados (droga, robo, violencia, prostitución, divorcios...¿sigo?)
Adán calló y se escondió. En ambos casos, se rehusó a asumir el rol y la identidad que Dios le dio. Abdicando su autoridad se convirtió en seguidor en vez de líder. Cuando debió asumir su responsabilidad su respuesta fue culpar a su esposa.
El problema en nuestra cultura actual es que muchos hombres ya han abdicado. En vez de asumir su responsabilidad buscan cualquier razón para no aceptarla.
La verdad hermanos es que: Somos hombres, y como hombres somos responsables ante Dios.
Tenemos que asumir nuestra autoridad para liderar, bajo los principios de Dios, para bendición y beneficio de todos aquellos a quien Él ha puesto bajo nuestro cuidado y aquellos en nuestra área de influencia. ¡Fuimos creados para esto!
Cuando un hombre gobierna bien su reino, todos se benefician y están en paz. Ser líder significa ser siervo.
Señores, tenemos un enemigo real a vencer, y hay una legión de sus secuaces que todos los días vienen en contra nuestra y la de nuestros seres amados para competir cara a cara y ver quién se irá con la gloria, Satanás o Dios.
Cuando Dios habla, ÉL impone el orden en el caos.
Cuando el hombre falla- no actuando conforme a la imagen de Dios- y no habla, el resultado es más caos.
Por el bien de nuestros seres queridos, nuestras comunidades, nuestros países,
¡es tiempo de asumir nuestro rol!
“Yo lo he elegido para que instruya a sus hijos y a su familia,
a fin de que se mantengan en el camino del Señor
y pongan en práctica lo que es justo y recto.”
Génesis 18:19
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