¿DE DÓNDE VENDRÁ MI AYUDA?... (II)
“No permitirá que tu pie resbale; No se adormecerá el que te guarda. Jamás se adormecerá ni dormirá El que guarda a Israel. El SEÑOR es tu guardador; El SEÑOR es tu sombra a tu mano derecha. El sol no te herirá de día, Ni la luna de noche.”
Continuando con nuestro estudio general sobre el Salmo 121, y con base en los versículos 3-6, quiero destacar un par de detalles con respecto a la protección de Dios sobre nosotros:
Primero, la protección de Dios sobre sus hijos es cuidadosa: No se le escapa ningún detalle. Que Él "no se adormecerá" significa que Dios no deja de fijarse en los detalles de cada uno.
Segundo, el contraste que se menciona en el v. 6 (sol y luna) es una manera hebrea de usar dos opuestos para hablar de la totalidad (esta forma idiomática se llama “inclusión”) en este caso, señala la cobertura de Dios en la totalidad de los peligros.
¿Te das cuenta?
¡Sólo un Dios infinito puede poner tal atención en detalles, tan constantemente y a cada uno de los millones de creyentes!
Seguimos con los últimos versículos del Salmo 121:
"El SEÑOR te protegerá de todo mal; El guardará tu alma.
El SEÑOR guardará tu salida y tu entrada desde ahora y para siempre."
Salmo 121:7-8
Aquí el salmista sigue destacando la seguridad que tiene en Dios, pues Él no sólo le guarda de los peligros del camino, sino de todo mal, guarda toda su vida, incluida el alma.
Asimismo, en el v. 8, "tu salida y tu entrada" es otra “inclusión” que abarca todos los aspectos de la vida.
¡Qué confianza nos da saber que
esta protección es segura desde ahora y para siempre!
El Salmo 121 nos recuerda la majestad del Dios que se preocupa por nosotros.
Dios es poderoso y nos protege siempre. Él es nuestra verdadera confianza en todo momento. Por lo tanto, siempre podemos descansar en él.
En los dos primeros versículos, el Salmo 121 establece el contexto y la fuente de nuestra confianza, mientras que en los siguientes versículos aplica esta verdad a nuestras diferentes circunstancias, enfatizando que Dios no solamente es poderoso por ser el creador sino que es personal y nos protege en todo momento.
Dios es la única fuente de protección real porque él es el creador del universo. Dios siempre tiene el control de toda su creación.
¡No hay nadie más en quien confiar!
A la luz de los que hemos aprendido del Salmo 121 acerca de la protección de Dios sobre sus hijos, veamos como lo expresa el apóstol Pedro, en su primera carta a los santos dispersos por Asia:
"Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que por su gran misericordia y mediante la resurrección de Jesucristo nos ha hecho nacer de nuevo a una ESPERANZA VIVA, para que recibamos una HERENCIA incorruptible, incontaminada e imperecedera. Esta herencia les está reservada en los cielos a ustedes, que por medio de la fe son PROTEGIDOS POR EL PODER DE DIOS, para que alcancen la salvación, lista ya para manifestarse cuando llegue el momento final."
1 Pedro 1:3-5
Presta atención a los siguientes detalles:
- ¿Cómo es nuestra esperanza?
- ¿Quién la provee?
- ¿Cómo la provee? (Clave, aquí hay dos cosas, una es POR, y la otra es MEDIANTE)
- Esa esperanza viva es necesaria para recibir algo, ¿Qué es?
- ¿Cómo es esa herencia y dónde la tenemos reservada?
- Estamos protegidos por el poder de Dios, ¿mediante qué? ¿para qué?
- ¿Para cuando está lista la manifestación de tal salvación?
Para terminar este mini estudio acerca del Salmo 121, mediante el cual hemos aprendido acerca de la protección que nos ofrece Dios, comparto con ustedes una de mis alabanzas a Dios favoritas de toda La Biblia:
"¡Al único Dios, nuestro Salvador, que puede guardarlos para que no caigan,
y establecerlos sin tacha y con gran alegría ante su gloriosa presencia,
sea la gloria, la majestad, el dominio y la autoridad,
por medio de Jesucristo nuestro Señor,
antes de todos los siglos, ahora y para siempre!
Amén.”
Judas 1:24-25
Palabra de DIOS real 🙏
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