NO TENGAS MIEDO, YO ESTOY CONTIGO

El Señor jamás nos dijo que viviríamos en un mundo sin problemas, al contrario fue muy claro al decirnos:

"Estas cosas les he hablado para que en Mí tengan paz. 

En el mundo tienen tribulación; pero confíen, Yo he vencido al mundo.” 

Juan 16:33

La realidad es que TODOS, tarde o temprano, enfrentaremos situaciones difíciles. Un diagnóstico difícil y la impotencia de poder sanar a un ser amado, el miedo a la pérdida de la estabilidad económica del hogar, la muerte de un ser querido, deterioro o rompimiento de una relación, heridas emocionales, en general malas noticias. En esos momentos, como seres humanos, experimentamos el temor, la angustia y la incertidumbre. Cuando sintamos que el mundo se nos viene encima, la oscuridad nos envuelve y nos falte el aire para continuar el camino, entonces, demos un paso atrás y recordemos las palabras de nuestro amado Padre Celestial:

"No tengas miedo, que YO estoy contigo; 

no te desanimes, que YO soy tu Dios...

Cuando sintamos un vacío en el estómago, cuando nuestras fuerzas quieran abandonarnos, recordemos que Él está a nuestro lado. Cuando estemos descorazonados, cuando la esperanza nos quiera abandonar, ¡recordemos quién es nuestro DIOS!

YO soy quien te da fuerzas, 

y siempre TE ayudaré;...

Sabemos que con nuestras propias fuerzas no podremos seguir adelante, pero tengamos certeza que con SUS fuerzas podremos sobrellevar y salir victoriosos de las batallas contra nuestros gigantes (miedos, incertidumbre, angustia, etc). Más importante aún, ¡tengamos la seguridad de que Él SIEMPRE nos ayudará!

siempre TE sostendré con mi justiciera mano derecha.

Él estará con nosotros en cada paso del camino. Y SIEMPRE nos sostendrá en nuestros momentos más oscuros, en las situaciones más difíciles, cuando no sabemos qué decir o hacer.

No te digo que es fácil, ni te pido que a pesar de tu situación vivas una "vida normal" como si nada estuviera pasando. Te escribo como hermano en Cristo para decirte que estoy contigo en tu dolor, en tus miedos y que te entiendo porque de una u otra forma lo he experimentado en mi vida. 

Estoy aquí para recordarte en amor que no todo está perdido y sobre todo que no estás solo, que hay una luz en el camino ¡y esa LUZ es Jesucristo! Que hay Paz en las tribulaciones y esa paz, que sobrepasa todo entendimiento, sólo la encontrarás en nuestro amado Padre Celestial.

Creo mucho en la oración y sobre todo en el poder de QUIEN la responde. La oración nos acerca a nuestro Padre Celestial, nos permite tomar SU mano que nos levanta, SU amor que nos infunde aliento, nos hace sentir SU abrazo que nos da la paz, la esperanza y el ánimo para seguir adelante.

No tengas miedo, que yo estoy contigo; 

no te desanimes, que yo soy tu Dios. 

Yo soy quien te da fuerzas, y siempre te ayudaré; 

siempre te sostendré con mi justiciera mano derecha.

Isaías 41:10