CREADOS PARA LA GRANDEZA - Parte 3
De acuerdo a lo que hemos desarrollado en las ultimas dos entregas, sabemos que fuimos creados para la grandeza y que esta debe ser enfocada no para nuestro beneficio o relevancia personal sino para el bien mayor.
Para quienes tengan la Biblia, busquen en Mateo 20:21-28 y verán lo sucedido a Santiago y Juan, conocidos como "los hijos del trueno". Ellos expresaron abiertamente que buscaban un lugar de honor en el Reino de Dios. Los otros discípulos los condenaron por expresar su deseo de trascendencia, sin embargo, Jesús no los corrigió por lo que querían sino por la forma como querían lograrlo.
"Pero entre ustedes no debe ser así. Al contrario,
el que quiera hacerse grande entre ustedes deberá ser su servidor"
Mateo 20:26
Jesús no les dijo que no desearan ser grandes, no les dijo que no desearan tener trascendencia, influencia y la capacidad de impactar a otros, solo les dijo que no lo hicieran como los gentiles y como muchas veces aún lo hacemos actualmente, en todas las áreas, mediante imposición y el uso de influencia, para ejercerla con prepotencia, ofensas, abusos de poder, favoritismo, etc.
Lamentablemente, en general, gobernamos (en nuestra familias, trabajo, sociedad, etc.) mediante la intimidación, abuso e influencias. Es importante recalcar que Jesús no rechazó la necesidad de grandeza del hombre; solo dijo que debe alcanzarse mediante el servicio a otros. La auténtica grandeza se enfoca en el servicio a otros y su objetivo son los demás. No es predominio, sino más bien un liderazgo que beneficia a quienes están a tu alrededor.
Volviendo a los deportes, es como si en un juego de fútbol cuando recibes la pelota no la pasas a otros pues disfrutas de la notoriedad y poder de tenerla. Esto afectaría enormemente las necesidades y objetivos del equipo. De la misma manera en cualquier área de tu vida, debes asegurarte de que tu contribución sea la que mejor encaja en los objetivos y estrategias generales.
La grandeza no es solo una posición o un título, sino es la manera como tú lo desarrollas en conjunción con el objetivo general. Así como Dios creó la luna para ser el reflejo del Sol en las noches, Él nos creó a los hombres para que nuestra grandeza sea el reflejo de la grandeza de Dios y que esta sea vista por aquellos bajo nuestra influencia y cobertura para Gloria de Dios.
Si queremos buscar ejemplos de esto, no vayamos lejos, Jesús, Dios Hijo, es nuestro modelo a seguir. Jesús "no vino para que le sirvan, sino para servir y para dar Su vida en rescate por muchos" Mateo 20:28
En resumen tu grandeza:
- Debe mejorar la vida de quienes te rodean, no empeorarla.
- Debe inspirar a otros hombres.
Alcanzar la grandeza significa,
obtener el máximo provecho de todo aquello
para lo cual fue destinado,
para la Gloria de Dios
y el bien de los demás.
La grandeza comienza cuando nos ponemos en línea con los principios y guías de Dios en nuestras vidas. El primer paso es tomar la decisión de querer ser grande y el segundo es de querer hacerlo bajo la guía de Dios.
En algunos casos esa decisión no es tan fácil, quizás alguno de nosotros sentimos que nuestra vida no ha sido fácil, que todo está en nuestra contra, o hemos sido criados sin un padre o con un modelo masculino negativo, quizás estemos luchando con problemas económicos, de trabajo, divorcio o hemos estado jugando un papel pasivo en el rol de hombre en nuestro núcleo social. Cualquiera que sea tu circunstancia o problema nunca dejes que ello decida el destino para el cual Dios te creó en este lado del cielo.
Dios nos ha destinado para ser grandes bajo su guía y principios. Jesús nos dijo que si creemos en Él haremos obras aún mayores que las que Él hizo. No dijo que tal vez...ni siquiera dijo que podríamos hacerlas....
¡Jesús dijo que si creemos, las haremos!
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