¿QUÉ HAS HECHO AL RESPECTO?

Deuteronomio 6:4-7
“Oye, Israel: el Señor nuestro Dios, el Señor es uno.
Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con todas tus fuerzas.

Estas palabras que hoy te mando cumplir ESTARÁN EN TU CORAZÓN, y SE LAS REPETIRÁS A TUS HIJOS, y HABLARÁS DE ELLAS cuando estés en tu casa, y cuando vayas por el camino, y cuando te acuestes y cuando te levantes.”

Como padres - líderes espirituales y sacerdotes en nuestro hogar - , como madres y esposas - ayuda idónea para sus esposos - , como modelos para quienes están alrededor nuestro, tenemos un rol y una responsabilidad inmensa.

No podemos continuar delegando la responsabilidad de modelar y transmitir la Palabra de Dios a otros, sea la iglesia, el pastor, la escuela, etc. Excusas podemos encontrar muchísimas, desde afirmar el desconocimiento de la Escritura hasta el no tener suficiente tiempo en nuestra agenda diaria. La realidad es que si abdicamos a este rol, si no somos líderes y guías de nuestros hijos y nuestros seres amados, otros vendrán y asumirán ese rol con consecuencias que impactarán nuestras vidas y sobre todo la de nuestros seres amados.

Es válido argumentar que “no conozco la Palabra de Dios,”
sin embargo, la pregunta es:

¿Qué has hecho al respecto?

Si eres cristiano y quieres conocer más de Su Palabra, busca al Señor con un corazón humilde y sincero, pídele que te guíe y te conecte con el cuerpo de Cristo - la familia de tu iglesia - quien puede proveer el apoyo y aliento necesario para cultivar tu crecimiento espiritual, que te ayude a entender la Escritura y mantener un corazón abierto para escuchar Su voz. Como dice la primera parte del mencionado versículo, comencemos nosotros mismos por reconocer y amar a Dios con toda nuestra alma. No te digo que te leas toda la Biblia de una vez, pero lo que vayas leyendo y estudiando, analízalo, medítalo, asimílalo y sobre todo modélalo.

“No te preocupes por lo que no entiendas de la Biblia.
Preocúpate por aquello que entiendes y no aplicas en tu vida.”
Corrie Ten Boom

Pido al Señor que llegue el momento en que, guiado por el Espíritu Santo, tengas tanta claridad que Sus Palabras y Enseñanzas "ESTARÁN EN TU CORAZÓN" y comiences a vivir y a poner en práctica lo que has aprendido, y tengas tanta pasión que "SE LAS REPETIRÁS A TUS HIJOS" y "HABLARÁS DE ELLAS" desde que te levantas hasta que te acuestas. Serás fuente de bendición para tu familia y quienes te rodean, para la honra y gloria de nuestro Salvador y Rey Eterno.

Muchos no creyentes pudieran decir que los principios morales no necesariamente vienen de la Escritura - de hecho, es muy cierto que hay familias no creyentes de buenos principios. Sin embargo, además de los principios morales es vital el enseñarles a nuestros hijos y seres queridos a valorar la prueba de amor más grande y a reconocer el verdadero significado de la Cruz del Calvario - nuestra Salvación, a amar a Dios "con todo su corazón, y con toda su alma, y con todas sus fuerzas", para que así sean movidos a obediencia a las enseñanzas de nuestro Padre Celestial, para agradecerle, agradarle y honrarle en todo.

Esta es una tarea que debemos asumir con responsabilidad, con amor y agradecimiento a nuestro Padre Celestial.

En particular, a los Hombres de Reino quiero decirles que nos han enseñado que como padres debemos esforzarnos para ser buenos proveedores en nuestro hogar, sin embargo Dios quiere que proveamos mucho más que lo material. Desea que también seamos capaces de aportar el alimento espiritual para vivir en armonía con ÉL, que produzca como resultado la vida eterna.

El momento es ahora, no esperes a que cambie la situación, tengas más tiempo, estés más tranquilo, etc... Quizás sea demasiado tarde.

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