EL GRAN GOZO DE LA NAVIDAD!

Ya es oficial, ¡llegó nuevamente la temporada navideña!

Son pocas las cosas más trágicas que tomarse La Navidad a la ligera... En el mundo occidental desarrollado, el espíritu y el encanto de esta época atrae a grandes y chicos, creyentes y no creyentes, y el comercio toma ventaja de "la bondad sobrenatural" que parece embargar los corazones de muchos, que se demuestran afecto con costosos regalos, abultados banquetes, decoraciones especiales y vacaciones...

¡Qué no permita Dios que nos acostumbremos a una Navidad superficial y banal!

Más bien, vayamos a esa primera Navidad, a aquel momento histórico del primer siglo en el que astrólogos paganos se dieron cuenta de que algo muy importante había ocurrido y decidieron emprender un largo viaje hacia el oeste para presenciarlo...algo tan bueno se vislumbraba, que un rey malvado ordenó matar a niños inocentes...algo tan inusual había ocurrido, que humildes pastores se llenaron de temor y fueron de prisa a encontrarse con el recién nacido, y luego, no podían quedarse callados...

Esta semana, antes de entrar en meditaciones de adviento, veamos cuatro verdades fundamentales que rodean el nacimiento del niño Dios, según un artículo de David Mathis, Director Ejecutivo de desiringGod.org, de fecha 24 de Diciembre de 2014.

Esta gran maravilla del primer siglo, digna de ser anunciada por un ángel del Señor, y que sería motivo de gran alegría para todo el pueblo, está centrada en esta declaración: 

"Hoy, en la ciudad de David, les ha nacido un Salvador, que es Cristo el Señor." - Lucas 2:11

Aquel día se anuncia no solo de la llegada del esperado Cristo, El Mesías, El Ungido del cuál los profetas habían hablado y el pueblo de Dios ansiaba, sino del "Señor"...¡Dios mismo había venido!

Finalmente, después de siglos de espera, aquí estaba el verdadero Emmanuel, "Dios con nosotros" (Mateo 1:23)

Esta es una verdad demasiado espectacular para digerirla toda de una sola vez... Palabra por palabra, hecho tras hecho y pieza por pieza, seríamos testigos de que aquel humano que había nacido aquel día en Belén, de alguna manera sobrenatural compartía la identidad divina de Yahweh, "el Señor" de Israel y de todas las naciones.

Página tras página, los recuentos del evangelio (buenas noticias) y sus historias nos muestran progresivamente más y más que este ser humano es también el Dios verdadero.

Éste Verbo que se hizo hombre (Juan 1:14) es el mismo Verbo que estaba al principio con Dios, y era Dios, y todas las cosas fueron hechas por él (Juan 1:1–3).

Éste fue el gran acontecimiento para aquellos pastores, para aquellos magos... y es la maravilla que nosotros, que hemos sido bendecidos al conocer esta verdad, debemos aspirar a saborear otra vez cada Navidad...

El versículo central de esta historia es una buena noticia:

“... el ángel les dijo: «No teman, que les traigo una buena noticia, que será para todo el pueblo motivo de mucha alegría. Hoy, en la ciudad de David, les ha nacido un Salvador, que es Cristo el Señor.” - Lucas‬ ‭2:10-11‬ ‭

¡CRISTO, EL SEÑOR!

Pero aquél niño, no sólo es "Dios con nosotros", “El Señor"... la noticia es aún mejor: ¡Él vino a salvarnos!

Dios es con nosotros en este Cristo, y tal maravilla no es simplemente un despliegue de poder inusual  para nuestro entretenimiento... tampoco es una mera demostración de que el Creador puede ser criatura si así lo desea... más bien, esta maravilla es para nosotros y por nosotros, para rescatarnos del pecado extendido que nos enreda y nos trae ruina.

"Les ha nacido... un Salvador" dijo el heraldo del evangelio aquella noche"
Lucas 2:11

"lo llamarás Jesús" le dijo el mensajero a José, "porque el salvará a su pueblo de sus pecados" Mateo 1:21

Jesús, en Hebreo Yeshua, significa "Jehova Salva". En el pasado, el mismo Dios que envió a Moisés como Su instrumento para salvar a su pueblo de Egipto, envió a Josué, a los jueces y a los reyes como Su instrumento de rescate...  ahora,

¡Él mismo viene, y viene para salvar!

La Navidad es una buena noticia:

“Hoy, en la ciudad de David, les ha nacido un Salvador, que es Cristo el Señor." 
Lucas‬ ‭2:11‬ ‭


¡CRISTO, EL SALVADOR!

Cristo, El Señor,
Cristo, El Salvador...

Pero aún hay mucho más que decir. ¡Esta buena noticia se va poniendo aún mejor!

Dios mismo viene no sólo para salvarnos de nuestro pecado y de la muerte, sino para rescatarnos y hacernos suyos.

Cristo vino, y pagaría el precio máximo de sufrimiento y muerte "para llevarnos a Dios" (1 Pedro 3:18), "para alabar al Dios de nuestro gozo y alegría" (Salmo 43:4) lo que es la mejor noticia "que será para todo el pueblo motivo de gran alegría" (Lucas 2:10)

De acuerdo con Thomas Goodwin, hay fines más altos en la Navidad y El Evangelio que Dios hecho hombre para salvar a los suyos. "Todos los beneficios alcanzados por la vida y la muerte de Jesús, son por mucho inferiores al regalo de Su persona a nosotros y de Su gloria. Él mismo, Su persona, es infinitamente mucho más valioso que todos los beneficios que nos pueda dar."

¡Es Jesús mismo el Gran Gozo que hace la alegría de nuestra salvación tan grande!

El Cristo resucitado es el tesoro escondido en el campo (Mateo 13:44). Él es la perla de gran precio (Mateo 13:45-46) Él no es solamente Dios con nosotros, para salvarnos, sino que Él en si mismo es nuestro más grande gozo,el Tesoro preeminente, que satisface nuestras almas humanas para siempre como solo Dios hecho hombre puede.

¡CRISTO, EL TESORO!

Cristo, El Señor,
Cristo, El Salvador,
Cristo, El Tesoro,

Pero La Navidad no termina en nuestro disfrute, ni es solamente para nuestro beneficio. Aquella Navidad, al heraldo que anunciaba las buenas nuevas a los pastores, se unió una multitud de las huestes celestiales que alababan a Dios y decían, “¡GLORIA A DIOS en las alturas! ¡PAZ en la tierra a todos los que gozan de su favor!”  Lucas 2:14

Llámalo Hedonismo Navideño si quieres. El Gozo que él vino a traer en Si mismo como el Dios hecho Hombre, es la alegría que alinea y completa el gran propósito de la creación. La Navidad es como la electricidad de alegría que corre a lo largo del circuito de toda la realidad.

Goodwin continúa diciendo: "el máximo propósito de Dios con la venida de Cristo no es traer Cristo al mundo, sino a nosotros para Cristo...y Dios planeó todo lo ocurrido, incluso la redención misma de la humanidad por Cristo, para la Gloria de Cristo."

Mark Jones nos dice de una manera maravillosa lo que significa que Jesús no es solamente Señor y Salvador, sino también nuestro Tesoro, ¡para Su gloria!: "La Gloria de Cristo no es un apéndice... sino la culminación de todo lo que podemos decir acerca de esta persona y Su obra. Así es que Su gloria provee la razón más básica y elemental de la plenitud de nuestro eterno gozo a Su lado... nosotros no estaríamos diciendo la verdad si vemos la Gloria de Jesús como el resultado de nuestra salvación."

Este niño de La Navidad, es mucho más que El Señor. Él es incluso más que El Salvador. Él es nuestro gran Tesoro, y en nuestro eterno deleite... en él está Su gloria y el propósito con el cual Dios creó el mundo.

¡CRISTO, LA GLORIA!

La Navidad no es entonces acerca de Su nacimiento para nuestra salvación, sino acerca de nuestra existencia para Su gloria...

¡Tu y yo hemos sido hechos para 
"El Gran Gozo De La Navidad!"

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