LUCHAR POR NUESTRAS FAMILIAS REQUIERE UNA FE GENUINA Y ACTIVA
En la entrega pasada vimos cómo Dios instruyó a Josué, indicándole que se preparara para conquistar la tierra que ÉL le había prometido a su pueblo. La ciudad de Jericó estaba en la tierra de Canaán y era la puerta de acceso a la Tierra Prometida desde el Oriente. Josué envió dos espías a la ciudad para detectar sus puntos fuertes y débiles, estos se refugiaron en casa de una prostituta llamada Rajab.